Un incendio en una estación de Gas Licuado de Petróleo (GLP) en Bucarest, Rumanía, provocó una gran explosión, dejando 2 muertos y más de 50 heridos, entre ellos bomberos y policías de la localidad.
Los heridos han comenzado a ser trasladados a otros países de Unión Europea a través del mecanismo de Protección Civil Comunitario, debido a que Rumanía, no cuenta con centros para tratar quemaduras graves.
Se sabe hasta el momento que la estación de distribución de GLP le pertenece al hijo de el alcalde de Caracal, y que esta misma no cuenta con licencia para operar.